Estabilidad emocional: un requisito para aprender

Profesores de FHUMyE y directores de instituciones educativas trabajan en un proyecto sobre Educación emocional
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La Facultad de Humanidades y Educación (FHUMyE) comenzó —junto a un equipo de directores de escuelas públicas e instituciones privadas— un proyecto de investigación y capacitación sobre Educación Emocional. En la siguiente entrevista, el Dr. Fernando Otero, coordinador de Formación docente de la universidad, habla sobre el trabajo realizado hasta ahora:

¿Cuál es el fin de la iniciativa?

Múltiples investigaciones a nivel mundial avalan la importancia que tiene para la sociedad educar el aspecto emocional en los niños. En este sentido, el objetivo de este proyecto es dar visibilidad y formación en Educación emocional a maestros y educadores, para que la intervención en el aula sea según las líneas del Marco Curricular de Referencia Nacional (MCRN) elaborado por la ANEP. Estamos convencidos de que un niño emocionalmente estable está en condiciones adecuadas para aprender.

¿Cuál es el sustento académico de la propuesta?

Esta innovación pedagógica en Educación emocional tiene como base un marco teórico concreto: el paradigma del Dr. Rafael Bisquerra, catedrático de la Universidad de Barcelona. Por esa razón, aplicaremos un instrumento de evaluación de las competencias emocionales, inspirado en el instrumento de medición del GROP (Grupo de Recerca y Orientación Psicopedagógica) de la Universidad de Barcelona. Hacer énfasis en la educación de las emociones representa una nueva generación de cambios a nivel educativo que prepara al alumno para enfrentarse a los desafíos complejos que recibe de su entorno.

¿Cómo surgió el proyecto?

Durante el 2018, trabajamos con la maestra Carmen Albana Sanz, quien ha recibido un reconocimiento por la Editorial Cruilla de Cataluña como mejor maestra del año, premiada al mérito por su trabajo por la Federación de Escuelas Cristianas de Cataluña y, últimamente, premiada a nivel nacional (España) por la Fundación Gala con el premio a la Excelencia Educativa en la nominación mejor innovación pedagógica, junto a la Psicóloga Virginia Espejo, por dar formación en Educación emocional a escuelas públicas uruguayas. A partir de aquí, se conformó un equipo de trabajo donde participan más de 32 profesionales de la educación, entre los que encontramos a directores de escuelas públicas y privadas de nuestro país, inspectores nacionales y regionales, institutos de educación no formal y un liceo público. 

¿Cuál es la dinámica de trabajo?

En estos momentos estamos en el proceso de validación de un test de habilidades emocionales para niños de 9 a 12 años, inspirado en un instrumento de la Universidad de Barcelona. Al mismo tiempo, a lo largo del año tendremos sesiones online y presenciales con todos los participantes de esta investigación, que conforman un total de 650 maestros/as y profesionales de la educación (INAU). Recibirán capacitación sobre distintas propuestas didácticas de intervención en el aula para luego analizar los resultados y poder comprobar —a través de las evidencias del instrumento de evaluación y de las que recogerán los maestros en sus aulas— la importancia de sistematizar estas prácticas a nivel general. En diciembre del año pasado, presentamos la propuesta a las autoridades del Consejo de Educación Inicial y Primaria, con el fin de dar a conocer el proyecto y conversar sobre la importancia de la educación emocional en los niños de diferentes contextos socioeconómicos.