Graduado de la FHUMyE obtuvo doctorado en Estados Unidos
De Montevideo a Maryland, de Maryland a Colorado. Álvaro Caso estudió Humanidades-Historia en la Facultad de Humanidades y Educación (FHUMyE) de la UM con especialización en estudios latinoamericanos, antes de recibir su maestría en Historia del Mundo Hispánico en Universitat Jaume I (España). En setiembre de 2013, gracias a Beca Dotada Fred A. y Annarie P. Cazel 2019, se fue a Baltimore (Maryland, Estados Unidos) a la Universidad Johns Hopkins para realizar su doctorado en Historia, donde también realizó una Maestría en Historia.
Álvaro decidió seguir ampliando su formación académica y es por eso que, en la actualidad, se encuentra desarrollando una estancia post doctoral en Historia de América Latina en el Departamento de Historia y Centro Benson de la Universidad de Colorado. En diálogo con la UM, contó su experiencia en los últimos años.
¿Cuáles fueron tus primeros pasos?
En 2006 estudié Licenciatura en Humanidades, opción Historia, en la FHUMyE. Creo que una de las grandes ventajas de mi formación en la universidad es la amplitud y relativa flexibilidad de la carrera, ya que pude tomar cursos de otras áreas como Filosofía o Ciencia Política y, al mismo tiempo, desarrollar intereses específicos en el ámbito de la investigación histórica. Me pareció una carrera con fundamentos sólidos sobre los que construir y especializarse después. También valoro mucho la cercanía entre alumnos y el plantel docente. Esto me formó mucho: influyó en mi propia decisión de volcarme a la carrera académica y en mi aproximación a la labor docente. En esos años, profesores como Bárbara Díaz, Rosario Queirolo, Juan Manuel Casal, Fernando Aguerre, Ramiro Podetti, Juan F. Franck, William Rey, entre otros, incentivaron el desarrollo de proyectos de investigación con participación de los alumnos y brindaban oportunidades para la participación en congresos y formación en aspectos como la publicación académica.
¿Cómo llegaste a Johns Hopkins?
Lo primero que hice fue investigar sobre distintos programas que ofrecían formación de postgrado en Historia en Estados Unidos, consultar con profesores de la UM que habían hecho su formación allí y contactar con profesores en los departamentos a los que iba a postularme para conocer las posibilidades de becas, entre otras cosas. Luego vino todo el tema de los exámenes y la preparación de los materiales. Fue un momento bastante peculiar pero que te prepara bastante para lo que es la formación de postgrado allí y, en cierta medida, también para el resto de la carrera académica. Tuve la suerte de tener distintas propuestas de varias instituciones con beca completa que admitieron mi postulación y decidí ir a Johns Hopkins porque tiene un Departamento de Historia con mucha tradición, que orienta tener un proyecto de tesis doctoral casi desde el inicio del programa de postgrado y, además, porque me hacía mucha ilusión trabajar con el profesor que fue mi tutor doctoral y con otros profesores que integraron distintos comités de mi programa.
¿Cómo fue el proceso? ¿Qué programas seguiste?
Hice el programa de postgrado que consiste en tres pasos pasos. Primero, uno hace una maestría con una tesis corta y cuatro exámenes comprehensivos de cuatro áreas de Historia en la que a uno le interesa especializarse. Luego, viene la elaboración del proyecto de tesis; mientras que, el tercer paso —el más grande— es la investigación, escritura y defensa de la tesis, que yo defendí exitosamente en agosto de 2020. A la par del último proceso, estuve haciendo trabajo de archivo en Perú, Argentina, Ecuador, Bolivia, Uruguay y España y tuve una estancia de investigación en Alemania. Al mismo tiempo, hay semestres en los que uno tiene que dar clases, ya sea como ayudante o también con becas como docente encargado de curso, lo que da la oportunidad de “foguearse” en el mundo de la docencia en inglés.
¿En qué consistió tu tesis doctoral?
Aunque mi competencia docente es más amplia, incluyendo Historia de América Latina, Historia del mundo Atlántico y de los imperios ibéricos, mi tesis doctoral consistió en el estudio de un grupo de personas que eran los representantes de intereses de América —tanto individuos como grupos y corporaciones— en España, más concretamente en Madrid, del siglo XVIII y comienzos del XIX. Me interesó abordar estos hombres como grupo y analizar las distintas problemáticas que suscitaron, que individuos y grupos coloniales de América del Sur los comisionaran y mandataran para defender sus intereses ante el gobierno de la metrópoli. En este sentido, es una historia de "las colonias en la metrópoli", y trata de incluir tanto las perspectivas de estos representantes profesionales como de los intereses coloniales que estaban detrás de ellos y de los representantes del gobierno español, y el análisis de las interacciones entre estas tres fuerzas.
¿Cómo proyectás tu futuro en esta nueva etapa profesional? ¿Cuál es el siguiente paso?
En la actualidad, estoy desarrollando una estancia postdoctoral en Historia de América Latina en el Departamento de Historia y Centro Benson de la Universidad de Colorado, Boulder hasta mediados de 2021. Es una oportunidad muy linda para exponerme a otro contexto institucional, distintos alumnos y nuevos colegas. Estoy trabajando en varios proyectos para publicación en formato artículo y ojalá que pueda sacar la tesis doctoral como libro en los próximos años. El semestre que viene voy a dar dos cursos de Historia de América Latina en Colorado, que es un desafío. Siempre están las ganas de colaborar con instituciones de Uruguay y poder desarrollar proyectos que renueven el campo de la investigación histórica en nuestro país y, ante todo también, que se logre una mayor visibilización y coordinación de lo que se hace en términos de investigación en el plano de la docencia, en la opinión pública y conocimiento público sobre el pasado.