Ianara Rodríguez
Ianara Rodríguez decidió estudiar Magisterio porque está convencida de que “los docentes tienen un rol muy importante en la sociedad”, porque los maestros pueden ayudar “en la formación de valores” y en el desarrollo del pensamiento. Se graduó en diciembre del año 2017 y en este momento trabaja en una escuela y en un colegio. Recientemente, dedicó varias horas de estudio y de práctica a la preparación para el Concurso de Educación Común que organiza el Consejo de Educación Inicial y Primaria (Ceip). El esfuerzo dio sus frutos: su resultado fue de 57/60 y, con ese puntaje, obtuvo el segundo lugar en Montevideo.
“Elegí la UM por su propuesta académica y por los valores en los cuales se enmarca”, contó la alumni de Facultad de Humanidades y Educación (FHUM). Además de las materias propias del plan de Magisterio, valoró las asignaturas de Antropología, Ética y Teología. De su actual experiencia como maestra en el sector público y privado, aseguró que son dos “realidades diferentes y desafiantes”. En ambos tiene grupos de segundo año. Agregó que “siempre aprende” de los niños y que la ayudan a “reflexionar” y así superarse. Contó también que quiere seguir mejorando su formación docente. Participa en clubes de Ciencia, en los que se fomenta la investigación a través de la creatividad, y le gustaría integrar uno más adelante. También planea especializarse en dificultades de aprendizaje.
¿En qué consistió el Concurso de Educación Común y cómo te preparaste para él?
El Concurso de Educación Común consta de dos pruebas teóricas y una práctica. La primera prueba teórica es de Ciencias de la Educación (Filosofía, Psicología, Sociología y Pedagogía) y la segunda, de Didáctica. Para las pruebas teóricas, preparé los 22 temas de Ciencias y Didáctica con materiales utilizados durante mi formación docente y con videos del Quehacer educativo. En la prueba práctica, sortean un contenido para dar una clase de 30 minutos y hay 24 horas para prepararlo. Para eso, consulté libros de Didáctica, leí material disciplinar sobre el tema y también recibí el apoyo de profesores que me formaron a lo largo de la carrera.
¿Cómo recibiste la noticia de haber obtenido el segundo lugar? ¿Cómo te parece que impacta esto en tu carrera profesional como maestra?
Fue una gran alegría haber obtenido puntaje de efectividad. Esto me da la oportunidad de poder elegir una escuela para el próximo año con la seguridad de la permanencia y me permite realizar proyecciones a futuro en una institución de forma estable.
¿Cómo definirías tu profesión y qué es lo que más te gusta de ella?
Ser maestra es una profesión hermosa. Lo que más me gusta es que podemos ayudar a los niños a formarse como mejores personas, a guiarlos para que se pregunten cosas del mundo que los rodea. Además, si bien en segundo año es muy importante la creación de hábitos y rutinas, un día nunca es igual al otro. Esto último es otra de las cosas que más me gusta: que es una profesión que no se vuelve “monótona”.
¿Cómo te parece que incide la educación en el desarrollo del país?
Como mencioné en un comienzo, una de las causas por las que elegí Magisterio fue por la incidencia que posee la educación en la sociedad y en el desarrollo del país. Una sociedad culta y educada posee más herramientas para la vida y esto tiene una gran incidencia en el progreso. La educación permite ver el mundo “con otros ojos”.
¿Qué le dirías a un estudiante de liceo que se plantee estudiar Magisterio?
Le diría que —si realmente es su vocación— se decida a realizarla y que disfrute de la carrera y de cada etapa, ya que le traerá muchas gratificaciones. Trabajar con niños te llena el alma. Desde que comencé mi experiencia como practicante hasta ahora, nunca me arrepentí de haber elegido esta carrera.
Entrevista realizada en junio de 2018.