Innovación ambiental: Ignacio Soler impulsa la revolución del reciclaje con SmartRecycle

Alumno FIUM potencia su emprendimiento destinado a optimizar los procesos de reciclaje para aprovechar mejor los residuos
Innovación ambiental: Ignacio Soler impulsa la revolución del reciclaje con SmartRecycle

Ignacio Soler, un estudiante de 4º año de Ingeniería Telemática de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Montevideo, está marcando la diferencia en el campo de la tecnología ambiental con su emprendimiento innovador SmartRecycle. Este proyecto busca automatizar el proceso de clasificación de residuos urbanos mediante el uso de tecnología de computer vision e inteligencia artificial.

Con el apoyo y ayuda de Emilia Martínez Vila a través de todo el equipo de Initium, el centro de emprendimientos de la Universidad de Montevideo, Ignacio logró ganar una Validación de Idea de Negocio (VIN). Esta financiación proviene de la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE) y la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII). Además, fue seleccionado para participar en el programa de incubación Incubaelectro, una iniciativa impulsada por Ingenio, el Ministerio de Industria, Energía y Minería, y Antel. 

Asimismo, Ignacio llevó su visión de SmartRecycle a escenarios internacionales, destacando en prestigiosas competencias. Fue finalista en la categoría university del certamen SantanderX Awards tanto a nivel local como global, lo que le brindó la oportunidad de presentar su proyecto en el Mobile World Congress en Barcelona, uno de los eventos más grandes de tecnología. Además, Ignacio fue finalista en la convocatoria de IA&IoT de IEEE a nivel latinoamericano, lo que le permitió presentar su proyecto en Costa Rica. En ese foro organizado por el Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos, estudiantes de Latinoamérica presentaron productos viables que utilizan internet de las cosas y/o Inteligencia Artificial para resolver problemas reales. “Si bien no quedé seleccionado entre los tres ganadores, fue una experiencia increíble”, reflexionó Ignacio. 

El impulso detrás de SmartRecycle surgió de una observación simple pero poderosa: el potencial sin explotar de los residuos urbanos. Inspirado por la fábrica de reciclaje de su padre, donde solo se pueden reutilizar los restos industriales (es decir, los provenientes de líneas de producción o tandas fallidas), Ignacio se cuestionó por qué no se aprovechaba todo lo desechado en la ciudad. Ahí vio que podría tener un valor significativo. Con más de un millón de toneladas de residuos anuales en el país, donde aproximadamente el 15% de los cuales es plástico, Ignacio vio una oportunidad para convertir lo que se considera basura en un recurso valioso.

“Aplicando estas tecnologías no solo automatizás el proceso, sino que tenés acceso a información valiosa que antes no tenías. Podés saber el tamaño, peso, volumen, valor y posibles emisiones de cada residuo que se clasifica”, explicó Ignacio. Esto es de gran valor para aquellas empresas que están comprometidas con el medio ambiente.

SmartRecycle se propone desarrollar dos productos principales: uno para aplicaciones urbanas y otro para entornos industriales. El primero, una "basura inteligente", simplificaría el proceso de clasificación para las personas al ofrecer un solo punto de desecho para los residuos, que luego serían clasificados automáticamente. El segundo producto sería un detector de desechos que utilizaría computer vision e inteligencia artificial para identificar y clasificar los restos en las cintas transportadoras de los clasificadores y gestores de residuos. Esta información se visualizará en un dashboard para que los operadores tengan acceso.

En la actualidad, Ignacio colabora estrechamente con varios consultores en el diseño del MVP (Minimum Viable Product) de SmartRecycle. Tras haber obtenido el respaldo del VIN e Incubaelectro, proyectan que en los próximos tres meses podrán desarrollar uno o varios prototipos para implementar con potenciales clientes. Este punto es crucial, ya que buscan la rápida validación de su hipótesis para realizar las correcciones necesarias.

Ignacio reflexionó sobre el respaldo recibido de ANDE e Incubaelectro, el cual le brindó la confianza necesaria para continuar. “No solo por la ayuda económica, sino también porque demuestra interés en el proyecto y confía en su potencial”, destacó. Asimismo, resalta que haber participado en competencias globales no solo fortaleció su confianza, sino que también le proporcionó una mayor visibilidad y la oportunidad de conectarse con otras startups y empresas que desarrollan tecnologías innovadoras.

Al mirar hacia atrás, el emprendedor encuentra inspiración en poder ver cómo evoluciona y avanza la idea de su proyecto. “Si volviera un año atrás, nunca habría imaginado que el proyecto me iba a llevar a presentarlo en una competencia en Costa Rica y mucho menos en Mobile World Congress en Barcelona”, expresó. Ahora, Ignacio espera con entusiasmo la oportunidad de desarrollar el prototipo de SmartRecycle y probarlo en empresas, acercándose así un paso más a convertirlo en realidad.

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