Investigación sobre los efectos de la pandemia en los nacimientos
La investigadora y docente de la Facultad de Ciencias Empresariales y Economía, PhD Ana Balsa, junto a la Prof. PhD Patricia Triunfo de la Universidad de la República, escribieron el paper “Pandemia de COVID-19 y salud perinatal en 2020: el caso de Uruguay”. En este artículo, las investigadoras plantean los efectos que tuvo la pandemia durante el 2020 en los resultados sobre los nacimientos en Uruguay.
Según la evaluación de los datos nacionales, se encontraron dos tipos de situaciones. Por un lado, algunos embarazos mostraron un aumento en la probabilidad de los partos muy prematuros (menores a 32 semanas) o de muy bajo peso (menores a los 1500 gramos), sobre todo, entre mujeres con bajo nivel educativo, multíparas (personas varios partos), condicionadas con factores de riesgo, tales como una edad mayor a 35 años, y personas con el hábito de fumar. En contrapartida, se observaron mejoras en la salud al nacer en hijos de no fumadoras, menores de 35 años y primigestas (madres primerizas), por lo que la tendencia en estos casos fue de menos partos prematuros o de menos bebés con bajo peso.
Razones detrás de los resultados mixtos del efecto de la pandemia en los nacimientos
Según comentaron las expertas en el resumen de su investigación, “la crisis económica, el aumento de la carga del cuidado infantil en el hogar y el menor acceso a la atención prenatal son posibles mecanismos detrás de los resultados adversos. Los resultados positivos probablemente se deban a un estilo de vida más tranquilo y saludable, asociado a los niveles reducidos de movilidad”.
Por otro lado, también explican que las mujeres con mejores resultados en la salud del recién nacido fueron quienes recibieron atención prenatal del sector público, con acceso a controles presenciales durante la pandemia. Por el contrario, aquellos embarazos con resultados adversos, experimentaron caídas en las visitas prenatales presenciales. Las investigadoras estiman que la caída de atención prenatal presencial durante el tercer trimestre explicaría la cuarta parte del aumento de la incidencia de la prematurez y el muy bajo peso al nacer.
“En promedio, encontramos un efecto levemente negativo de la pandemia en la salud neonatal. En particular, observamos un aumento en la incidencia de partos muy prematuros (MP) y de partos con muy bajo peso al nacer (MBPN). A pesar de estos resultados, nuestros hallazgos sugieren marcadas heterogeneidades [disparidades] en el impacto de la pandemia según características de las madres”, puntualizaron en sus conclusiones.
Sobre la metodología del estudio
Para analizar los efectos causados por la pandemia se utilizó una base de datos nacional de los nacimientos de Uruguay en 2020 y se estudió mediante un modelo de serie de tiempo interrumpida a la cual aplican la técnica de diferencia en diferencias (DD). Se trata de un método econométrico que mide los efectos que tiene una intervención sobre un grupo de tratamiento respecto a un grupo de comparación.
Las expertas explican en su artículo que realizaron múltiples análisis por submuestras, que ayudan a entender los determinantes de los resultados. “Restringimos nuestro análisis a los nacimientos concebidos antes de la irrupción del COVID-19 en el país, lo que evita tener que enfocarse en los efectos de la pandemia en la fecundidad, y también descartamos las explicaciones biológicas directas, ya que muy pocas mujeres embarazadas se infectaron con el virus en 2020”, comentaron en el texto.
Implicancias de política
El estudio señala, en primer lugar, la importancia de identificar y hacer seguimiento a los niños que nacen con muy bajo peso o de forma muy prematura para contribuir a evitar futuras disparidades en la salud y el desarrollo. En segundo lugar, en el contexto de un nuevo escenario posterior a la pandemia, donde la atención médica híbrida (virtual y presencial) llegó para quedarse, los hallazgos subrayan la importancia de mejorar los sistemas de información, definiendo alertas en línea que puedan identificar los riesgos del embarazo y ayudar a los obstetras a tomar decisiones informadas sobre si recomendar una visita presencial en lugar de online, o recordarle al paciente la relevancia de ir a las consultas prenatales.
Por último, los resultados también exigen reducir las barreras de acceso para aquellas mujeres con bajo nivel educativo e incentivar a los proveedores para que brinden atención de calidad, definiendo protocolos para la telemedicina y haciendo cumplir la implementación de dichos protocolos.