Cortos en pandemia
En el marco de la asignatura de Producción cinematográfica, los alumnos de la Facultad de Comunicación (FCOM) de la UM se enfrentaron a un gran desafío: realizar dos cortometrajes durante la pandemia por el COVID-19.
Las piezas audiovisuales, seleccionadas por el Festival Detour, fueron Ser como vos y Disonancia. Hablamos con los productores, Mateo Lago y Guzman Lorenzo, sobre el proceso.
¿Cómo fue realizar un cortometraje en cuarentena?
Mateo (M): Cuando nos enteramos del cambio muchos no lo podíamos creer, no entendíamos qué iba a pasar. ¿Filmar cada uno desde su casa? ¿Coordinar todo el corto mediante videollamadas? Era algo que parecía casi imposible. Aparte de la dificultad normal de hacer un corto, se sumaba que no teníamos experiencia y que nunca se había hecho algo en condiciones similares.
Guzman (G): Fue como aquel 13 de marzo cuando se detectó el primer caso: nadie se la veía venir, pero pasó. Las reacciones fueron mixtas, pero el sentimiento mayor creo que fue de incertidumbre. Al principio también era desmotivador, pero al final terminamos encarándolo como un gran desafío. Creo que esta nominación al festival Detour demuestra que lo que parecía tan lejano y complicado nos agarró bien parados como grupo y nos hizo más fuertes.
¿A qué clase de desafíos se enfrentaron?
M: Los desafíos se presentaron en casi todas las etapas: desde tener mil reuniones por videollamadas hasta los castings online, que fueron dos días -desde las ocho hasta las veinte horas, sentados en la computadora con solamente cuarenta minutos de almuerzo- y un tercer día durante toda la tarde. Y el rodaje, ni hablar. Pudimos llegar con solamente un ensayo físico con medio equipo y la actriz protagonista. También fue una gran dificultad no tener a todo el crew en set y depender de videollamadas para roles importantes, como continuidad, pero entre todos tratamos de sobrellevarlo de la mejor manera. Sin dudas, acostumbrado a rodajes de más de quince personas, lo que más se sintió fue la falta de personas en el set. Y, por supuesto, el protocolo sanitario: mantener las distancias, tapabocas en todo momento, rondas de alcohol en gel...
G: Fue desgastante, pero, a la vez, un desafío comunicacional. Teníamos que ser efectivos a la hora de hablar. Cada palabra tenía que ser medida y cada oración tenía que tener un efecto. En ese sentido fue muy desgastante, pero interesante.
¿Tuvo alguna ventaja producir un cortometraje en plena pandemia?
G: Sí, aunque suene exagerado, es verdad que de cierto modo somos pioneros en la producción en pandemia. Fuimos un equipo que tuvo que adquirir mucha flexibilidad en esta crisis. Había cosas que no sabíamos de producir un corto y que no sabíamos de trabajar en equipo a distancia. El no vernos las caras durante ¿cuánto? ¿dos meses? para hacer un cortometraje fue complicado. Pero aprendimos un montón del proceso y de nosotros mismos. Más allá de todo, la buena preparación que recibimos por parte de la Universidad y nuestras propias ganas hicieron que esto saliera adelante.
¿Cómo lo llevó el resto del equipo?
M: Cada persona es un mundo y lo vivió de diferente manera. Todos tuvimos un día o un momento donde nos pegó peor. Era importante hablar y tratar de ayudarnos lo más posible entre nosotros. Por otro lado, a los actores les afectó mucho hacer castings de manera online, ya que no pudieron demostrar al máximo sus habilidades ni nosotros apreciarlas desde el otro lado. Sin embargo, emocionalmente también nos contaban que fue de las cosas más divertidas que hicieron en la cuarentena y que los ayudamos a pasar un buen rato en sus casas.
¿Tienen alguna anécdota para contar?
M: Sí, sucedió en los callbacks que organizamos vía online para terminar de definir a los actores. Rafael Ferreyra, graduado de la FCOM, nos dio una mano como reader: le pedimos que ponga una foto de perfil de un modelo para interactuar con las actrices. Fue muy interesante ver las reacciones de las actrices cuando él se mostraba tal cual es y no como un súper modelo famoso. Esa respuesta era lo que necesitábamos para una de las escenas del corto y algo así no se hubiera podido hacer en persona. Ahí fuimos descubriendo algunas "ventajas" o "aspectos positivos" de la modalidad online.
G: Otro momento a descartar fue el final del segundo día de rodaje, cuando nos pedimos unas hamburguesas y brindamos. Pocas veces uno se siente tan bien como en ese momento, habiendo finalizado el rodaje. Mirás atrás y no podés creer todo el estrés que pasaste, pero es un estrés bueno: de una recompensa, mil aprendizajes propios y de este desafío de la comunicación audiovisual en pandemia.
M: Y el haber ido a la última clase presencial el día de la entrega de los cortos y las carpetas terminadas. Volver a reencontrarnos físicamente con casi toda la clase de Producción cinematográfica y con Diego, el docente, fue parecido a lo que había sido la última vez, justamente el viernes 13 de marzo, pero con la pequeña diferencia de que ahora habíamos lidiado con una pandemia mundial durante 15 semanas y habíamos podido hacer dos cortometrajes. Fue increíble, hermoso. Creo que crecí un montón gracias a este proyecto y volver a donde todo comenzó y reencontrarme con todo el equipo que me ayudó fue épico.
Una mirada desde la docencia
El objetivo de Producción cinematográfica es enseñarle a los alumnos cómo es el proceso de producción profesional para hacer una película; mientras que la práctica central de la materia es la realización de un corto para aplicar todos los conceptos dados en clase.
El Mag. Diego Sardi, docente y coordinador de cine y TV de la FCOM, frente a esta situación le planteó a los estudiantes la oportunidad para desarrollar la creatividad: pensar una posible historia que se pueda filmar en un contexto de aislamiento.
“Todo esto los desafió a nivel de organización, comunicación interna y resolución de problemas”, comentó Sardi, “hubo aciertos, errores y mucho aprendizaje que dejó esta situación con aspectos que seguirán desarrollando y profundizando en el correr de la carrera”, agregó.
Sobre los cortometrajes
Ser como sos
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Disonancia
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