Mercedes Aramendía
Con siete años, Mercedes Aramendía colgó en su ropero un afiche con sus derechos fundamentales como niña. Con ese primer código legal, alegaba a temprana edad con sus padres: “Alguna vez gané, otras perdí, pero, desde ahí, siempre supe que quería ser abogada”. A la vez, contó que estudió en un colegio en el que le despertaron “la conciencia social y la importancia de servir, de actuar para cambiar el mundo”. En 2004, comenzó la carrera en la Facultad de Derecho (FDER) de la UM. Casi diez años después de obtener el título, afirmó: “Sin lugar a dudas, la base que tengo de la carrera de grado me permitió y facilitó poder alcanzar con éxito todos los objetivos que me he planteado en mi carrera académica y profesional”.
Mientras estudiaba, su primer trabajo fue en Estados Unidos a través del programa “Work and Travel”. A su regreso, comenzó a colaborar en una ONG de derechos humanos de niños y adolescentes. Esa experiencia la ayudó a entrar en contacto con el sistema judicial y los sistemas penitenciarios nacionales. “Tomé conciencia de la importancia de las políticas públicas, así como de la acción y el contralor”, contó. Después de recibirse de abogada, volvió a la UM para cursar el Máster en Derecho Administrativo Económico. En ese momento, tomó conocimiento por FDER de cursos de postgrado que se realizaban en la Universidad de Castilla - La Mancha y viajó para uno vinculado a Derechos Fundamentales y Garantías Constitucionales. Luego, trabajó en empresas multinacionales y en la Cámara de Telecomunicaciones del Uruguay. Ya desde la Cámara, así como posteriormente siendo Jefa de Relaciones Institucionales en una empresa multinacional, tuvo la oportunidad de interactuar con actores del sector público, del privado y de la academia.
Esa realidad la llevó a querer entender a fondo la gestión de las empresas y el rol que cumplen en la sociedad. Con ese objetivo, se fue a España nuevamente, donde realizó un máster con doble titulación en Madrid, uno de ellos con especialidad en Family Business. De vuelta en Uruguay, comenzó a revalidar su carrera de abogada en España, en la Universidad de Nebrija. Actualmente está terminando la Maestría de Acceso a la Abogacía en la misma institución. En marzo de este año, participó, a través de la UM, en el curso “Negocios estratégicos en una economía global”, que tuvo lugar en la London School of Economics (LSE). “Me permitió tener una visión más global de lo que se viene y de los grandes desafíos a los cuales nos enfrentamos todos”, relató.
¿Cómo surgió tu vocación por el Derecho y por qué elegiste la UM?
Estudié en un colegio jesuita en el que, desde muy pequeños, nos despertaron la conciencia social y la importancia de servir, de actuar para cambiar el mundo, una conciencia social no caritativa, sino solidaria: actuar para cambiar las cosas que no nos gustan. Tras una visita que realizó UNICEF, comenzó mi interés en los Derechos Humanos, en particular los derechos de la infancia. Recuerdo que me compré un afiche de UNICEF con mis derechos fundamentales como niña y lo colgué en mi ropero. Se puede decir que fue mi primer código legal, en base al cual, ya a los siete años, alegaba con mis padres reclamando los derechos de mi hermana y míos. Alguna vez gané, otras perdí, pero, desde ahí, siempre supe que quería ser abogada. En cuanto terminé el liceo, elegí seguir mis estudios en la UM porque el programa me pareció muy interesante, muy humano, y además me atrajo por la posibilidad de estar en contacto con profesores de otros países y por las facilidades que otorgaba para poder internacionalizar mi carrera, lo cual vi como una forma de conocer otras realidades, de borrar las fronteras.
Después de la carrera, seguiste tu formación profesional a través de distintos estudios de postgrado en diferentes países. ¿Te pareció tener una buena base de la carrera de grado de FDER?
Absolutamente. La sólida formación de la UM me ha resultado de gran utilidad para poder interactuar y trabajar con profesionales de distintas carreras y países, tanto a nivel profesional como en diversos programas de formación que he realizado en el exterior, como España, Brasil, Argentina e Inglaterra. Si tuviera que volver a escoger, sin lugar a dudas elegiría la UM. Sumado a eso, la práctica profesional también es un elemento de mucha importancia para nuestra formación, para poder aplicar lo aprendido, ver diversas realidades y trazar nuestro camino.
En tu perfil académico y laboral se ve una tendencia hacia la tecnología, las telecomunicaciones y la revolución digital, ¿cómo te vinculaste con ese sector y qué es lo que te gusta de él? En el contexto nacional, ¿qué opinás del desarrollo del Derecho en esa área?
En cuanto me recibí, tuve la oportunidad de comenzar a trabajar como asesora en la Cámara de Telecomunicaciones del Uruguay. Ahí comenzó mi contacto con toda esta área, que me apasiona y considero un instrumento esencial para facilitar que todas las personas puedan gozar efectivamente de sus derechos y que el país pueda desarrollarse de forma sostenible. Creo que el futuro está aquí, en la revolución digital, la cual nos enfrenta a todos a una nueva realidad, que requiere rever las normativas vigentes, a fin de dar seguridad y certeza, y poder promover e impulsar las medidas que sean necesarias para apalancarnos en este nuevo mundo de oportunidades que viene a atender las necesidades de la sociedad.
Desde abril de este año dirigís tu propio emprendimiento como abogada y consultora. ¿Cómo fue el proceso y cuáles son tus planes a futuro en este proyecto?
Además de trabajar en la Cámara de Telecomunicaciones del Uruguay, trabajé en empresas internacionales como ser Telefónica y KPMG. Sin lugar a dudas, todas experiencias sumamente enriquecedoras, que me permitieron crecer y desarrollarme tanto personal como profesionalmente. Hace unos meses comencé a desarrollar mi estudio como abogada y consultora, hay muchas oportunidades en el mercado, hay mucho por hacer, es ahora donde toma sentido el trabajo en red, que nos permite trabajar en diversos proyectos y hacerlo en equipo.
Sos profesora de la asignatura "Telecomunicaciones y Sociedad de la Información" en un máster de la UM, ¿cómo ha sido la experiencia de dar clases y seguir vinculada al mundo académico?
Me encanta compaginar la actividad privada con la actividad académica. Siempre se aprende mucho de los alumnos y de los otros profesores. El año pasado, coincidí con grandes docentes, así como con destacados profesionales del sector público y privado, lo que nos permitió intercambiar experiencias académicas y laborales. Un elemento distintivo de nuestra universidad es que crea redes. En la economía digital está el futuro y la universidad juega un rol fundamental en la construcción de las redes que conectarán a los próximos líderes. ¿Cómo voy a perderme la oportunidad de estar aquí?
Entrevista realizada en junio de 2018.