Tercera actividad del Ciclo Cultural del CEDEI 2023

Director del MAPI habló del modelo de gestión del Museo de Arte Precolombino e Indígena
Tercera actividad del Ciclo Cultural del CEDEI 2023

El Centro de Documentación y Estudios de Iberoamérica (CEDEI) de la UM llevó a cabo el miércoles 24 de mayo la tercera conferencia de su ciclo cultural. En esta ocasión el título del encuentro era: “El Museo de Arte Precolombino e Indígena: su modelo”. Facundo de Almeida, magíster en Gestión Cultural y director del MAPI, se refirió a los puntos clave en la gestión de cualquier institución cultural y a los cambios que se fueron sucediendo desde su llegada a este centro.

El Museo de Arte Precolombino e Indígena (MAPI) tuvo sus orígenes en el año 2011, en una relación de dependencia con la Intendencia Municipal de Montevideo (IM). De esta forma, el MAPI trabaja dentro de un modelo de gestión mixta, como la mayor parte de los museos del país, y es la Fundación MAPI la encargada de administrar el funcionamiento de la institución. En realidad, según de Almeida, “no hay ningún museo en el mundo que sea autosustentable, ni siquiera los Museos Vaticanos”. Esa forma de gestión mixta le permite una flexibilidad en su funcionamiento que permite el abanico de posibilidades y acciones que ofrece.

El director del museo resaltó la importancia de hacer foco en el público actual y también en el público potencial, haciendo del museo –como de cualquier institución cultural- un espacio de goce y disfrute para todos, un espacio al que las personas elijan ir. Para señalar la importancia que tienen todos los servicios de un museo dijo: “tal vez, el lugar más importante del MAPI es el baño”. Con esta declaración quiso dar a entender que la visita a un museo debe constituir una experiencia agradable en todos los aspectos. Según de Almeida, “construir una institución cultural, un museo, es construir una marca”.

A continuación, explicó los desafíos que tuvo que enfrentar al hacerse cargo de la dirección del MAPI; entre ellos mencionó los problemas derivados de la antigüedad y pobre mantenimiento del edificio, además del magro presupuesto. Para lograr visibilidad, el MAPI acudió a un recurso que los benefició, pero que tenía sus limitaciones: un programa educativo centrado en el público infantil que ha acompañado a la institución desde sus inicios. Este recurso, sin embargo, estaba “limitado solo al público escolar y a las instituciones”, por lo que idearon algunas estrategias para atraer a los padres y de esa manera ampliar el potencial interés de visitantes. Así surgió, entre otras, la actividad llamada “Cuentos que cuentan”, con la lectura de narraciones para niños vinculadas al mundo de la naturaleza y el pasado indígena realizada por personas que tienen reconocimiento público.

Asimismo, para atender a personas mayores se desarrolló la actividad “Te-conté”, tardes de té en la sala principal del museo con alguna charla o proyección de imágenes, que tuvo su origen en la “gran deuda que tenemos en el Uruguay con los adultos mayores”. A su vez, se intensificaron los lazos con instituciones, empresas y embajadas de países latinoamericanos presentes en el Uruguay, atendiendo nuevas formas de mostrar el rico patrimonio del museo y abrirlo a otros lugares fuera de la sede o realizar exposiciones itinerantes. Para de Almeida fue clave que el museo se adaptara al “público actual o potencial y no las personas a la institución”.

Como consecuencia, lograron “tejer una red de contactos con el medio cultural y darle visibilidad al MAPI”. El experto reflexionó que, más allá de lo atractivo que puede resultar ser innovador, no se puede “inventar la pólvora” ni perder de vista los beneficios de centrarse en aquello que funciona bien.

Al final de la conferencia, el director del MAPI señaló la importancia de pensar en la gestión de instituciones culturales considerando la diversidad de públicos y acabar con la creencia de que el público es un “grupo homogéneo”, al que les gusta lo mismo. Su consejo fue pasar de gestionar para un grupo reducido de individuos a su contracara, es decir, “programar una variedad de actividades en horarios y contextos distintos, con objetivos distintos”.

Sobre el orador

Facundo de Almeida es licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad del Salvador (Argentina), magíster en Gestión Cultural por la Universidad de Alcalá (España) y magíster en Museología por el Instituto Iberoamericano de Museología (IBEROMUS), programa en el que actualmente trabaja como docente.

Desde 2020, se desempeña como coordinador del Departamento de Internacionalización de la Cultura de la Dirección Nacional de Cultura en el MEC; es también docente en la Universidad Torcuato Di Tella (Argentina) y profesor adjunto (grado 3) en la Tecnicatura en Gestión de Bienes Culturales de la Universidad de la República.

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