“Profesionales comprometidos con la sociedad y el medio ambiente”
“Siempre me apasionaron las grandes estructuras, como torres y puentes. De chico miraba programas en la tele y quedaba fascinado viendo cómo es posible construir estructuras tan grandes que se puedan sostener mientras personas o vehículos transitan por ellas”. Así comenzó el sueño de ser ingeniero de Gastón Dzimalkowski. Contó que a la hora de empezar la facultad, optó por la UM luego de evaluar el cronograma de estudios y de escuchar las recomendaciones de amigos que también la eligieron.
Comenzó las clases de Ingeniería Civil en 2010. Luego de obtener el título, una empresa constructora lo contrató como jefe de Obra. Relató que en ese momento fue consciente de que era un jefe joven y de que tenía mucho que aprender de los demás. Al mismo tiempo, ese trabajo le exigió aplicar no solo aprendizajes técnicos, sino también todo lo necesario para liderar y sacar adelante a un equipo: “Cada uno es quien es por la educación que recibió en su casa. Y en la UM aspiran a reforzarla”.
Después de trabajar en el país, voló a España, en donde muy pronto consiguió trabajo como Jefe de Obra. En este momento se dedica a otro de sus sueños de niño: estudiar aviación. “Ser ingeniero es una ventaja para comprender mejor varios aspectos aeronáuticos. Además, las aerolíneas valoran mucho a quienes cuentan con formación técnica y experiencia en dirección de personal. Las habilidades para comunicarse de manera eficaz son las mismas en una obra y en una cabina”, relató. En la siguiente entrevista, habla sobre su experiencia:
¿Cómo ha sido tu experiencia como jefe de Obra?
Afortunadamente, tan pronto me recibí cumplí mi sueño de ser jefe de Obra. Una empresa constructora, de la cual siempre estaré agradecido, apostó por mí y me envió a Punta del Este a construir casas y gestionar otros edificios. La experiencia fue muy buena. Destaco el buen vínculo que generé con el personal de obra y subcontratos.
¿Te parece que la facultad te dio las herramientas necesarias para tu trabajo? ¿En qué sentido?
Sí. La carrera de Ingeniería Civil en la UM abarca todas las áreas troncales: estructural, sanitaria-ambiental, vial, gestión y calidad; pero también egresamos con conocimiento en áreas como economía o contabilidad, que nos permiten comunicarnos mejor en el ámbito laboral. Además, hacen hincapié en que seamos profesionales comprometidos con la sociedad y el medio ambiente y eso es valorado positivamente en el rubro. Desde el comienzo nos exigen constantemente buenos resultados académicos. Al principio me costaba entender el motivo, pero a medida que avancé en la carrera, y luego en mi vida profesional, lo comprendí. Superar desafíos académicos año tras año me dió más fuerzas y confianza para luego encarar el ámbito laboral y personal.
Como jefe de Obra es muy importante la dirección de personas y el diálogo con todo el equipo, ¿te pareció tener la preparación para eso?, ¿qué aprendiste durante tu experiencia laboral?
Cada uno es quien es por la educación que recibió en su casa. Y en la UM aspiran a reforzarla. La buena comunicación con todo el equipo es fundamental. Un simple malentendido puede significar errores graves y retrasos en cronogramas. Mi trato con el personal fue desde el primer día con mucho respeto y eso me llevó a ganarme la confianza de todos. No es común ver a un jefe joven y recién recibido dando órdenes. Era consciente de que todos allí sabían más que yo y que tenía mucho más para aprender de ellos que ellos de mí. Fueron meses muy agradables y de aprendizaje continuo.
¿Cómo fue la experiencia al trabajar en el exterior?
Tan pronto llegué a España conseguí trabajo como jefe de Obra en una empresa constructora. Pocos meses después, me llamaron de otra empresa y opté por cambiar. Me gustó trabajar con compañeros de diversos países y aprender nuevas técnicas y procedimientos constructivos. Luego de ese período, decidí cambiar al rubro aeronáutico. Hice un curso de coordinador de vuelo en una aerolínea y trabajé en el Aeropuerto de Barajas.
¿Cuál ha sido tu vínculo con la aviación?
Desde chico me fascinan los aviones. En paralelo a la carrera de Ingeniería Civil, luego de haber aprobado los primeros años y gracias al apoyo de mis padres, obtuve la licencia de piloto privado en una escuela de vuelo en Melilla. Constantemente me preguntan si ya no soy más ingeniero o para qué estudié una carrera tan intensa para terminar siendo piloto. Ser ingeniero es una ventaja para comprender mejor varios aspectos aeronáuticos. Además, las aerolíneas valoran mucho a quienes cuentan con formación técnica y experiencia en dirección de personal. Las habilidades para comunicarse de manera eficaz son las mismas en una obra y en una cabina.