“Leerle a un hijo es la oportunidad para educar”
“Hay tres cosas que siempre me gustaron, leer, escribir y dibujar”, cuenta Paz Sartori quien, desde pequeña, tomó diferentes clases de dibujo artístico y pintura, “siempre, con el apoyo de mi familia”. Paz es graduada de la Facultad de Comunicación de la UM (FCOM) y en este 2020 publicó su libro de ilustración “Polo y Analía viajan por el mundo” junto con Iván Kirichenko, creador de la literatura.
En la siguiente entrevista Paz habla de cómo fue el proceso de diseño de este nuevo libro y el rol que ocupó sus estudios de Comunicación en este proyecto. Al reflexionar sobre su presente dice: “Hoy soy mamá de Camila y Felipe, periodista y, por las noches, cuando todos duermen, ilustradora. A veces resulta un poco agotador, pero bien vale la pena disfrutar de hacer todo lo que me encanta”.
¿Cómo fueron tus inicios en la ilustración?
Al llegar a la Universidad estudié la Licenciatura en Comunicación y mi parte artística quedó un poco de lado por unos años. Luego, en clases de la UM conocí a Claudio Paolillo, exdirector del semanario Búsqueda, quien me ofreció hacer una pasantía en 2008 y desde ese entonces formo parte de la redacción.
Tan pronto me recibí, empecé a buscar talleres para retomar el dibujo y la pintura, pero todas las opciones que encontraba caían en horarios incompatibles con el periodismo. Entonces, decidí anotarme en la Escuela Nacional de Bellas Artes, que es nocturna. Allí recibí mucho más de lo que esperaba, encontré mi vocación por la ilustración de la mano de mi profesora Beatriz Tobler.
Abrí cuentas de Instagram y Facebook para mostrar lo que sabía hacer, escribí e ilustré mi primer libro que publiqué solo en formato digital, y en redes sociales difundía las ilustraciones que hacía sobre textos de literatura infantil y para adultos con el fin de ganar visibilidad. Con el tiempo, llegó la oportunidad de ilustrar notas en la Revista Galería, primero con el apoyo de Mónica Botero y después de Adela Dubra. Notas sobre crianza, sobre el amor, el desamor, la basura o los podcasts, necesitaban imágenes. Trabajar con periodistas para ilustrar sus ideas y sus notas es vivir la cocina del periodismo desde otro lado.
Hoy soy mamá de Camila y Felipe, periodista y por las noches, cuando todos duermen, ilustradora. A veces resulta un poco agotador, pero bien vale la pena disfrutar de hacer todo lo que me encanta.
¿Cómo surgió la idea del libro “Polo y Analía viajan por el mundo”?
El creador de “Polo y Analía viajan por el mundo” es Iván Kirichenko. Fuimos compañeros de trabajo en Búsqueda, él fue editor de Política. Iván comenzó a escribirle cuentos a su hijo Valentín sobre estos dos personajes que recorrían diferentes países y aprendían sobre lo diverso y sorprendente que puede ser el mundo. Pronto, Polo y Analía llevaban recorridos medio planeta.
En busca de ilustraciones para regalarle a Valentín me llamó un día. Sabía de mi trabajo como ilustradora y seguía las publicaciones que yo hacía. Su generosidad en pensar que podíamos hacer esto juntos me hizo decir sí de inmediato. Pronto nos vimos juntos en Penguin Random House, editorial estadounidense, con borradores de textos y unos esbozos de primeras ilustraciones, presentándole a una editorial de primera línea nuestro proyecto para darle vida a los dos pequeños aventureros. Ellos también dijeron sí. De la mano de dos niños, Polo y Analía, Iván imaginó un viaje por quince países que llevan a los niños a aprender sobre valores como la tolerancia, el trabajo en equipo, la paz y el cuidado del ambiente.
¿A qué público está dirigido?
Hace unos días el papá de mi pequeña Cami me dijo, mientras le leía uno de los cuentos: “Me estoy preparando para las preguntas difíciles”. Leerle a un hijo es la oportunidad para educar y conversar sobre temas que les forman como personas. “Polo y Analía viajan por el mundo” es una oportunidad para conversar con los más pequeños de la familia sobre temas que los forman como personas de manera amena y divertida. El libro está pensado para la categoría entre 4 y 8 años, pero las ilustraciones están pensadas para que las disfruten incluso más chicos.
La editora fue Clara Amengual, de Penguin Random House, quien nos guió en todo el camino. El libro es del sello Alfaguara, un honor trabajar con ellos por su profesionalismo y cercanía.
¿Qué rol ocupó la comunicación y lo que aprendiste en la FCOM en tu faceta de ilustradora?
Ha sido fundamental para poder ilustrar trabajo sobre la idea de nota de un periodista, o el texto de un autor, como ocurre con Iván. Conocer la cocina del trabajo es fundamental para comprender el paso a paso y lograr transmitirlo en imágenes. También, hay algunas licencias que uno se puede tomar al ilustrar, con imágenes se puede comunicar, pasar un mensaje con la luz que se elige usar, la técnica, o la expresión.
En “Polo y Analía viajan por el mundo” hay un pequeño tercer viajero que no está en el texto, no interfiere con la propuesta de Iván, suma un personaje y hace que las imágenes tengan, en parte, su vida propia. En la FCOM recuerdo las clases de José Antonio Pérez Aguirre, que nos desafiaba a contar historias, a veces mínimas. En ilustración, el guiño suele estar en esos detalles.
¿Cómo configuras tu trabajo como ilustradora y como periodista de Búsqueda?
Se retroalimentan. Mi experiencia como periodista en Búsqueda me ha ayudado a mejorar como ilustradora. A veces, imagino ilustraciones para mis notas en Búsqueda, las ideas cruzan de un terreno al otro todo el tiempo.
¿Cuáles son tus planes a futuro relacionados a la comunicación y la ilustración?
Primero, disfrutar de la salida a librerías de “Polo y Analía viajan por el mundo” y de la repercusión en grandes y chicos. Además, con Iván tenemos un montón de ideas para continuar con este gran equipo que hemos formado.
Segundo, en cuanto a ilustración, continuar con el trabajo y seguir con una permanente búsqueda, prueba y error para seguir avanzando y mejorando. Y, en cuanto a comunicación, comienza un año diferente con el cambio de gobierno, un desafío para generar nuevos vínculos en busca de noticias.