Josefina Mezzera
Josefina "Pina" Mezzera es de la generación 2007 de la Facultad de Comunicación (FCOM) y egresó en 2012 tras especializarse en el área Cine y Televisión, principalmente en lo vinculado al guion y la realización. Sin embargo, comenzó su carrera laboral como periodista de la revista Todo TV, un medio dedicado a la información sobre la compra y venta de contenidos televisivos, análisis de tendencias y cobertura de ferias internacionales, entre otros.
La exalumna continúo con proyectos audiovisuales en su tiempo libre, "por amor al arte". En 2013 supo que había sido seleccionada por la Fundación Carolina para ser acreedora de una beca que le permitió estudiar durante un año una maestría en Guion Audiovisual en la Universidad de Navarra. Josefina cuenta que le sorprendió mucho la noticia ya que, ese año, la Fundación recibió cerca de 110.000 solicitudes para sus diferentes becas y aun así ella fue una de las elegidas.
Actualmente vive en Pamplona y es guionista y redactora freelance.
¿Qué recuerdos guardas de tu paso por la universidad?
Siento que hasta el mes pasado estábamos robando café en la salita de profesores o rogando de noche que nos dejaran quedarnos editando diez minutos más a cambio de un paquete de galletitas... así que no es que tenga que hacer memoria para que me vengan a la cabeza cien mil historias.
Pero si tengo que elegir unos recuerdos concretos, los que guardo con más cariño son las clases de Comunicación Escrita I. En esas horas descubrí que me gustaba escribir, que podía mover palabras para contar historias, y que disfrutaba haciéndolo. Casi todo lo que hice después fue consecuencia de eso.
¿Qué herramientas te brindó la UM para poder desarrollarte profesionalmente?
Creo que lo más interesante de la universidad está en que te brinda un entorno en el que intercambiar ideas, probar cosas nuevas y equivocarte siempre está bien. De hecho, de eso se trata. Pero para que eso tenga sentido, tiene que haber profesores comprometidos, dispuestos a dar su tiempo para acompañarte en la aventura, y yo en la UM los tuve. La verdad, siento que aproveché mucho mi paso por la universidad, y me fui siendo una persona muy distinta de la que entró.
Y a nivel académico, me parece que las herramientas las encontrás cuando te toca enfrentarte a desafíos en el mundo profesional. Cuando ves que en realidad no te asustan, que tenés recursos para buscar una solución, ahí comprobás que sí, que saliste bien preparada.
Realizaste una maestría en la Universidad de Navarra a través de la Fundación Carolina, ¿cómo surgió?
En un momento decidí que quería irme fuera a hacer un máster en guion de ficción. Justo mi madre vio la convocatoria a las becas de posgrado de la Fundación Carolina y me la reenvió. Entre los 400 programas, había un solo máster en guion audiovisual y era en Navarra. Era demasiado perfecto: el programa me encantaba y mi novio (actual marido) era de ahí. Me postulé, fui avanzando en el proceso y me dieron la beca. Con eso pude venirme a Pamplona a hacer el máster, una experiencia genial que recomiendo a todo el que me pregunta.
La propuesta estuvo buena porque el máster forma guionistas, pero también apunta a que los alumnos tengan las herramientas necesarias para poder ser analistas de guiones o consultores. Para obtener la maestría los estudiantes deben entregar dos proyectos. Uno al final del primer semestre, que consiste en el proyecto de una serie de ficción; y el segundo ya hacia fines del máster, que se trata del guion de un largometraje.
Lo que saco de esto es que hay que tirarse al agua. En Uruguay muchas veces damos por sentadas ciertas actitudes, como empezar a trabajar desde tan jóvenes. Y son estas las actitudes que llaman la atención en otros países, en este caso a España. Evidentemente la beca tiene sus requisitos, pero animo a que se tiren al agua, porque hay un millón de oportunidades de becas y hay que salir a buscarlas.
¿Qué es lo que más disfrutás de tu trabajo?
Que me pagan por escribir.
¿Qué le aconsejarías a un estudiante recién egresado de la Facultad de Comunicación?
Que se tome muy en serio la idea de que el trabajo hay que disfrutarlo.
Nota realizada en 2017.