Andrea Durlacher
Andrea Durlacher pertenece a la generación 2004 de la Facultad de Comunicación (FCOM) de la Universidad de Montevideo. Desde el año 2003 coordina sus talleres de escritura creativa particulares y desde el año 2006 es docente en la Universidad de Montevideo; actualmente, en las Facultades de Ingeniería, Economía, Humanidades y en la Maestría en Comunicación. Se ha desempeñado como columnista en los diarios El País, El Observador y en radio Océano.
El 10 de abril de 2015 su libro Esto es una pipa salió a la venta en todo el país. La novela cuenta la historia de una mujer que se encuentra con la posibilidad de transformar su vida en una farsa. Durlacher cataloga su novela como una “denuncia” a muchos aspectos de la vida actual, en especial, a la falta de conexión de las personas con lo trascendental.
A continuación, breve entrevista a la escritora:
¿Qué te dejó el paso por la UM?
Me dejó mucho. Replantearme lo que pensaba de algunas cosas es algo que le debo a la UM. Después, es el lugar en el que trabajo hace más años, desde el 2007. Es una parte de mi identidad. Es mi primer acercamiento a lo profesional. Me enseñó a estudiar, a repensar algunos temas, incluso después me enseñó a dar clases. Fue mi oportunidad para trabajar a nivel docente con las escrituras. Empecé en Economía, en Ingeniería estuve con los cursos de Comunicación profesional, que trabajan sobre todo la escritura y ahora hace unos años que estoy en traductorado. Yo siento que a la UM le debo mucho, mucho de ese contacto universitario con la escritura.
Si bien te has desenvuelto en muchas ramas de la carrera, ¿qué despertó en vos el interés por escribir?
En realidad lo primero que yo supe de lo que quería hacer, así como un niño puede decir “Quiero ser astronauta o princesa” yo quería ser escritora. Desde el principio de los tiempos. Siempre escribí. Hace algunos años ya había publicado un libro. Después me puse a trabajar con la novela, y ahora ya está saliendo, entre hoy y mañana en las librerías (Esto es una pipa). Estoy copada, feliz, fascinada. Lo que significa escribir es una posibilidad de involucrarme como ser humano, como pensante. El Arte toca mucho de lo que soy y de lo que creo que es de lo que somos. Y también me multiplicó experiencias. Como lectora, escribiendo, metiéndome de pronto en la piel de los personajes de los que he leído y de los que escribí. Yo siento que viví mucho más de lo que viví por el cine, por las series, por lo que he leído.
¿Cómo congenias el Arte con la Comunicación?
Antes de anotarme en Comunicación, me anoté en licenciatura en Letras, donde traté de hacer letras y lingüística a la vez en la UDELAR. Y estoy contenta de haberme pasado a Comunicación. En algunos momentos tuve mis pataleos. Me preguntaba, ¿de qué voy a trabajar con esto? No tenía claro qué quería hacer. Y hoy pienso que Comunicación me dio un entendimiento más del otro hoy. Me parece que complementa muy bien cosas que yo ya traigo. Creo que lo otro me hubiera dejado en una mirada más cerrada de la vida. Estoy contenta. Entiendo que Comunicación es una carrera a la que hay que darle un fondo. Como que vos tenés que darle a la carrera lo que vos traés de antes, o lo que vos podés ponerle después para llenarla de contenido. Así que creo que se complementan bien (Arte y Comunicación).
¿De qué va la novela Esto es una pipa?
El libro es de una hermosa mujer que, encontrándose sin una identidad en su vida, tiene una oportunidad de hacer que toda su vida sea una farsa. Está en referencia a la obra Esto no es una pipa, de Magritte. Su obra que dice “Esto no es una pipa” y tiene una pipa arriba. Porque esto en realidad sí es una pipa. En mi historia sí, la vida de esta persona que se convierte en una representación es la vida más cierta que tiene. Lo vivo como un libro de denuncia a la falta de conexión con lo trascendental en la gente ahora. Trato de hacer un recorrido que denuncia esto, que denuncia una falta de sentido. El vacío en la vida de pareja, el vacío de la familia, y el vacío del contacto social, con el estilo de vida. Creo que ese vacío se llena con algo que es falso y se convierte en la verdad en la persona. En ese sentido es que yo lo vivo como una novela de denuncia.
¿Va dirigido a algún público en específico?
No la pienso como una novela dirigida a un público específico. Es más, es algo que me acobarda un poco. Yo soy mujer, y es una novela sobre una mujer. Pero trato de que tenga un que ver con las personas. Y creo también que la escritura tiene que buscar eso, tiene que buscar tocar a la gente, mostrar qué hay del otro en mí. En ese sentido, en mi historia en puntual, no va dirigido a un público específico. Creo que no sabría escribir algo para un público específico. A nivel por lo menos literario.
Siempre uno como escritor/profesional tiene la expectativa de que su trabajo se venda, y más aún de que trascienda, ¿cuáles son tus expectativas en cuanto a este proyecto?
Sobre todo que trascienda. Si tuviera que pensar en qué quiero que la gente se concientice, es que cuando vemos algo que no nos parece auténtico, estamos mucho más apurados en etiquetar eso, que en pensar que capaz que no hay nada abajo tampoco. Y la gravedad que tiene eso. Creo que eso es lo que trato de denunciar. Me gustaría que la persona sintiera tocada una parte de su vida como tocó la mía la historia. Yo siento que cuando escribo dejo una parte de lo que soy, más allá de que la historia no tiene nada de autobiográfico. Y el poder repensar cómo vemos las historias. En realidad lo que me motivó a escribir la novela fue ver un poco que estamos todo el tiempo tratando de desentrañar qué es lo cierto, nos dicen que una cosa es así, tratamos de ver cómo es en realidad, y nos terminamos quedando con algo que está en el medio. Me gustaría poder generar una mirada aparte. Pero ya es muy ambicioso.
Nota realizada en 2015.